El concepto de vida o existencia para los filósofos es inseparable del de muerte y del de trascendencia.
La vida o la forma o formas de vida han sido
y son diferentes en los distintos lugares y épocas de la historia de la
humanidad.
La
vida en convivencia influye en el lenguaje, en las costumbres y en tantas cosas
más, de forma que son numerosos los diferentes usos y expresiones del término
vida.
La vida en cuanto existencia del hombre ha merecido una gran atención por parte de los filósofos a lo largo toda la historia,
con enfoques y resultados diversos e incluso antagónicos.
Así, a la filosofía de Hegel y de los hegelianos
se oponen Schopenhauer, Kierkegaard y los filósofos existencialistas.
Al
pensamiento abstracto hegeliano sobre la vida y la historia se oponen el
pensamiento subjetivo de los existencialistas. Hegel defiende que toda la
realidad es racional y afirma que “todo
lo real es racional y todo lo racional es real”; y escribe al respecto: “Todo cuanto hay de verdadero, de grande y
de divino en la vida, obra es de la idea, y el objeto de la filosofía consiste
en aprehender la idea en su forma verdadera y universal. En la naturaleza, la
obra de la razón está encadenada a la necesidad; pero el reino del espíritu es
el reino de la libertad”.
Por el contrario, el filósofo danés Sören
Kierkegaard piensa muy diferente y dice: “La
existencia corresponde a la realidad singular, al individuo […] la personalidad más rica no es nada antes
de escogerse a sí misma… puesto que la grandeza humana no consiste en ser esto
o no lo otro, sino ser sí mismo; y todo hombre puede serlo cuando se lo
propone”.
La filosofía sobre la vida, el tema de la
vida en su dimensión concreta, particular, subjetiva, surge con los pensadores
Kierkegaard y Nietzsche.
El danés Sören Kierkegaard construye una
antropología en la que la existencia del hombre está dominada por la angustia, en
la que el hombre se siente en soledad.
Friedrich Nietzsche concibe la vida como
un valor definitivo y supremo, exalta la vida, pero niega la existencia de
Dios.
Guillermo Dilthey considera que
toda la realidad se da en el presente, en el que el pasado pervive y se
anticipa el futuro: toda la realidad está inmersa en la historia.
Los filósofos
existencialistas han estudiado la analítica de la existencia: Heidegger,
Sartre, Gabriel Marcel…
La filosofía de “la razón vital” de Ortega y
Gasset toma como punto de partida el descubrimiento de la vida como realidad
radical.
La “razón vital” de Ortega es el instrumento con el que superar la
subjetividad idealista europea y el realismo ingenuo.
Para Ortega no hay
prioridad del individuo sobre la realidad, sino que se da una interrelación del
hombre con la realidad, esto quiere decir que no existe un “yo” separado del
mundo real.
Con esta visión Ortega y
Gasset se coloca entre el idealismo y el realismo: ni prioridad del yo, ni
prioridad de las cosas sino prioridad de la vida.
En definitiva, ni las cosas
solas, ni el “yo” solo sino el quehacer del “yo” con las cosas, así se hace la
vida. Dice Ortega también: “Vida
significa la inexorable forzosidad de realizar el proyecto de existencia que
cada cual es”.