Sí, en el hacer, en hacer
cosas. La acción es lo que importa. Por tanto, será mejor hacer sólo una cosa
que saber cien, y tiene mejores resultados.
Se objetará que no puede
hacerse ninguna cosa sin saber algo de ella, y es cierto. Pero podemos tener miles de conocimientos sobre una cosa y no hacerla, no llevarla a la práctica,
no realizarla. Todos sabemos cosas, pero las grandes personas, las personas
fantásticas hacen cosas, realizan las cosas. Ese es el gran reto en la vida.
Son tantos los autores y
los manuales de transformación personal que afirman: “Las decisiones que no
llegan a convertirse en acción son inútiles”.
Hay que hacer hincapié que
no se trata de primero hacer y después pensar. Se debe pensar con seriedad,
estudiar, analizar una obra, un proyecto, dedicarle su tiempo, pero si después
no se realiza, entonces ha valido de muy poco el esfuerzo y el tiempo empleado.
Cuesta no poco entender y
aceptar las afirmaciones anteriores a quienes hemos tenido una educación tradicionalmente
teórica o excesivamente teórica, como la educación española. Incluso se
calificaba a la educación estadounidense de demasiado pragmática respecto a la
española y europea que eran más teóricas.
Pero en España nos hemos
olvidado bastante del hacer, de la práctica en tantos aspectos de la vida, que
nos hemos quedado sólo con la teoría sin práctica o sin apenas práctica. Ha
sido España y sigue siendo en parte el reino de la teoría.
Hay que preguntarse
habitualmente no si lo sabes o no lo sabes sino si lo haces o no lo haces.
La vida de las personas
para Victor Küppers tiene un solo objetivo: “Luchar cada día para ser la
mejor persona que uno puede llegar a ser”. Añade V. Küppers en su libro Vivir
la vida con sentido. Ed. Plataforma Editorial 2012, que: “Decide qué
valores admiras, qué valores y actitudes querrías que formaran parte de tu ser;
luego trabaja para lograrlo. Así de simple”.
Todos sabemos que esto
supone un persistente esfuerzo hacerlo y lograrlo, pero ese es el gran reto de
nuestra vida y afirmará además que: “Ahí radica la verdadera alegría
interior, la paz, la serenidad”.