En
cada uno de nuestros actos tenemos la posibilidad de dejar nuestro sello
personal.
“La “novela” que todos vivimos sigue
siendo un logro creativo incomparablemente mayor que la que alguien haya podido
escribir” ha afirmado Viktor Frankl.
En
mi vida lo más necesario y urgente es realizar mi proyecto de vida, que se
concreta en mi vocación, en realizar aquello que más me gusta y más deseo.
Aunque
la persona no obtenga lo que desea o todo lo que desea, ninguna persona es un
fracaso.
El
fracaso es una parte de la vida que puede ser bueno. Puede servir para tomar
mayor conciencia, para analizar con mayor profundidad, para sugerir posibles
cambios de conducta.
El
psiquiatra vienés Viktor Frankl, de ascendencia judía que pasó por cuatro
campos de concentración ha señalado que: “Las
reglas del juego de la vida no nos exigen ganar a toda costa, sino nunca dar
por perdido el combate”.
La
vida dice Miguel de Cervantes es como una moneda se puede usar como se quiera,
pero sólo puede gastarse una vez. De
aquí la importancia de vivirla con acierto.
El filósofo José Lasaga en un
estudio sobre Ortega y Gasset ha afirmado: “Su
vida, lector, o la mía, es un drama que se dispara entre su yo y el mundo en
que se encuentra viviendo. El argumento se puede llamar de muchas maneras. Uno
de sus nombres es “felicidad” y los actores somos nosotros, vivientes que
tenemos que comprender la circunstancia que nos rodea para decidir qué queremos
que sea nuestra vida. Estamos aquí para “salvarnos” con las cosas, nos dice
Ortega, invitándonos a ser como los buenos arqueros, que aciertan un blanco”.
La
vida es o puede ser un arte, una aventura, una empresa...
Hay
autores que hablan del “arte de vivir”. Claudio García Pintos afirma: “¿Qué significa que vivir es un arte?
Fundamentalmente entender que debemos hacernos cargo de nuestra existencia para
transformarla en algo más que una biografía, llevándola a ser una historia con
sentido. “Hacerse cargo” significa, no solo asumir la responsabilidad de la
tarea, sino entender que cada vida es en sí misma única y distinta. Es una
“artesanía”.
Añade
García Pintos: “¿Cómo aplicamos las
características del arte a la vida? Pensemos que toda obra artística se genera
en la inquietud espontánea del artista, siempre dispuesto a la creación de algo
nuevo y distinto. Inquietud que lo dispone a buscar en lo existente lo aún no
existente, la forma original, la imagen inédita. Esa intención, siempre
dispuesta, se ve orientada o guiada por la inspiración […] es una anticipación, una captación
inmediata. Claro está, para hacer de esa captación una obra, el artista
necesita instrumentos aptos, aquéllos que le permitan plasmar su intuición en
algo concreto que pueda compartir con los demás”.
Señala
también este autor la analogía o comparación que a la inquietud del artista
corresponde en la vida la voluntad de sentido de la persona, a la inspiración
del artista corresponde la esperanza de la persona, al instrumento del artista
corresponde en la vida la autotrascendencia de la persona.
Para
acertar en el blanco en la compleja aventura de la vida, en el arte de vivir,
proponemos nosotros como orientación y ayuda la observancia y seguimiento de
diez reglas prácticas, que ya hemos expuesto con anterioridad.