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viernes, 2 de abril de 2021

¿Cómo ocupar nuestro tiempo?

Necesitamos una “organización” del tiempo, tanto del tiempo de trabajo productivo, como del tiempo de ocio o tiempo libre, para así saber qué cosas hacer y obtener mejores resultados, mientras el tiempo transcurre en nuestra vida.

El tiempo es un recurso precioso e importantísimo especialmente para una persona que quiera alcanzar alguna meta. De aquí se deduce, que si se quiere conseguir cualquier meta será necesario saber  utilizar bien el tiempo, es decir saber también cómo evaluarlo y analizarlo y considerando las posibilidades de mejora.

La división del día

Sabido es por todos que las veinticuatro horas del día se suelen ocupar  en:  -ocho horas para dormir; -ocho horas para el trabajo; -ocho horas para el tiempo libre.

En las ocho horas del sueño poco se puede organizar porque el cuerpo necesita las ocho horas para recuperar las energías gastadas el día anterior de lo contrario la salud se resiente si le robamos alguna hora.

Las ocho horas de trabajo en la empresa, fábrica, oficina podemos actuar centrándonos en nuestra meta, dando lo mejor de nosotros mismos y haciendo algo más de lo estrictamente necesario.

Las ocho horas del tiempo libre también necesitan organización si no las desaprovecharemos en actividades rutinarias y muy cómodas, como ver excesiva televisión u otras… Es necesario organizarse para hacer lo que uno desea hacer.

Todos tenemos gran variedad de actividades con las que pasar el tiempo libre, pues de este modo satisfacemos el hambre de estímulos o de sensaciones que tenemos.

Necesitamos crearnos o que nos creen situaciones en las que obtener estímulos sensoriales, para no aburrirnos en la vida y sentir que estamos vivos, sentirnos bien.

La estructuración u organización del tiempo libre es para posibilitar satisfacer varias cosas: la necesidad de reconocimiento; la relación con otros de una manera segura y predecible; para obtener e intercambiar un tipo especial de sensaciones, que sólo puede ofrecer otro ser humano.

La división de las actividades diarias

Todo en esta vida necesita un orden, si se quiere progresar.

En primer lugar hay que hacer una lista o inventario de todas las actividades o cosas que hay que hacer en el día, en la semana y en el mes. Para llevarlas a cabo es necesario introducir un orden de realización y hacerlas según nuestras prioridades.

Esta lista de actividades las separará en cuatro secciones diferentes tituladas: Actividades Importantes y urgentes; Actividades Importantes no urgentes; Actividades no importantes pero urgentes; Actividades no importantes y no urgentes.

Para la realización de las actividades es conveniente:

-anotar el día y la hora en que se acaba la actividad o tarea.

-es importante revisar cada día el estado o la finalización de las  tareas.

-tiene que tomar decisiones objetivas para clasificar las distintas actividades en importantes o no y en urgentes o no.

- al acabar una tarea táchela.

-deseche los papeles superfluos que te llegan.

-las tareas rutinarias crecen sin que nos demos cuenta por lo que deberá tomar una decisión firme para hacer las cosas que considera importantes.

Un modelo ideal de distribución del tiempo libre

Las  ocho  horas  dedicadas al tiempo libre podrían distribuirse del siguiente modo:

-Un hora de meditación al día, reflexionando sobre:

                    -un plan para lograr su objetivo principal.

                    -autoanálisis personal identificando los

                      miedos y las dificultades y haciendo planes

                      para superarlos.

                     -las cosas a las que debe dar prioridad.

                     -mejorar las relaciones con los demás.

-Dos horas  de actividad para la familia o su comunidad.

-Una hora de actividad para perfeccionarse:  estudiar, leer o practicar.

-Una hora dedicada a estar con amigos íntimos o grupos culturales.

Todavía quedan tres horas para la relajación y el recreo.

El programa sería  seguir de este modo seis días a la semana y un día dedicarlo a actividades totalmente libres y relajantes y actividades religiosas.